miércoles, 25 de marzo de 2009

lunes, 23 de marzo de 2009

El Noreste: el "corredor del amor" para los gay



Esta semana el Noreste de Estados Unidos puede convertirse en el “corredor del amor” para las parejas gay. El Senado de Vermont votó ayer en favor de una ley para legalizar los matrimonios de personas del mismo sexo, medida que de ser aprobada también en los próximos días por la Cámara de Representantes estatal, consagraría a este estado como el tercero del país, tras Massachusetts y Connecticut, en legalizar estas uniones.
Vermont ya ha sido pionero en impulsar los derechos civiles de la comunidad gay. Fue el primer estado del país en aprobar una ley de Uniones Civiles en el 2000, la cual sería reemplazada a partir del primero de septiembre por la nueva legislación que permita los matrimonios como tal. Tras el voto este lunes en el Senado la medida deberá ser ahora debatida por la Cámara, y aunque el gobernador de Vermont Jim Douglas ha dicho que se opone a la misma, no ha dado indicios de que la vetaría.
Pero no sólo en Vermont se está viendo un avance significativo para otorgar derechos iguales a las parejas gay en la costa Este. Esta semana también será puesta a votación una medida para legalizar los matrimonios gay en el estado de New Hampshire.
A parte de Connecticut, en el área tri estatal Nueva Jersey también cuenta con una ley que reconoce las Uniones Civiles y que otorga a las parejas gay derechos similares al matrimonio. Sin embargo, se espera que para el último trimestre de este año, el Estado Jardín también debata una ley para consagrar el matrimonio de personas del mismo sexo.
Es hora de que Nueva York asuma el ejemplo que le están dando sus estados vecinos en el tema de los derechos civiles. Aunque los matrimonios gay no pueden ser realizados en este estado, el gobernador David Paterson ha ordenado que todas las agencias estatales reconozcan a estas uniones que se hayan consumado en otras jurisdicciones. Pero esto no es suficiente, y quizás es por ello que se empiecen a ver cambios de posturas en importantes líderes neoyorquinos en cuanto a los matrimonios gay. Ayer mismo, el senador por Nueva York Charles Schumer dio a entender que ahora sí está de acuerdo con estas uniones. El legislador confirmó su cambio de postura sobre este tema en una declaración escrita enviada al periódico “New York Daily News”.
Este movimiento a favor de la igualdad para las parejas gay que se está viviendo en el Noreste del país puede sentar un gran precedente para que en otras regiones se produzcan cambios sustanciales. En sólo cuestión de días la Corte Suprema de Justicia de California emitirá un fallo sobre la legalidad o no de los matrimonios gay en ese estado, y puede que los casos de Vermont y Connecticut sirvan para que el fallo que se dé sea el más acorde con los tiempos de cambio, que aparentemente, está viviendo la sociedad estadounidense sobre este tema.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Obama también es un cambio para los gay


Los vientos de cambio que soplan en Washington también los siente la comunidad LGBT de Estados Unidos. Este miércoles 18 de marzo el presidente Barack Obama dio un paso trascendental para buscar la igualdad de derechos de todos los seres humanos. Revirtiendo la postura de su antecesor, George W. Bush, la nueva administración en la Casa Blanca firmó la declaración de las Naciones Unidas que pide despenalizar la homosexualidad.
Estados Unidos se une de esta forma a otros 66 países, incluidos México y todos lod de la Unión Europea, que condenan la violación de los derechos humanos basado en la orientación sexual. Esto es un gran avance para toda la comunidad gay, pero muy en especial para muchos hispanos que han huido de sus países de origen víctimas de discriminación o prosecución, y que han venido a esta nación en busca una vida mejor.
En 77 países del mundo la homosexualidad es castigada con la ley por ser considerada “ilegal” y hay naciones islámicas donde incluso se sanciona con la pena de muerte. En América Latina son varios los países donde se penalizan a las personas por su orientación sexual.
Aunque esta decisión no implica que la situación de la comunidad LGBT cambiará de la noche a la mañana en Estados Unido, si da esperanzas de que la administración Obama tomará muy en serio la necesidad de impulsar un cambio radical en esta nación, basado en la igualdad de derechos para todos los ciudadanos.
Eso fue algo que Bush no hizo. En el caso de la ONU, su administración argumentó que apoyar la medida sobre la homosexualidad, generaba conflictos con leyes estadounidenses. Sin embargo, el gobierno de Obama ha dejado claro que el firmar el documento de la ONU “no implica asumir obligaciones legales”. Esta postura se enmarca en que en este país se están librando varias batalles principalmente a niveles estatales en relación al tema de los derechos civiles, como el permitirles a los gay contraer matrimonio. A nivel federal también hay varios debates como el que los gay puedan ingresar al Ejercito.
Todavía hay mucho por hacer. La división que se presentó entre los 192 miembros de la Asamblea General de la ONU a la hora de apoyar este documento es sólo una muestra de que la intolerancia seguirá reinando en muchas partes de este planeta. Esperamos que otros países de América Latina sigan los pasos de Obama.

lunes, 16 de marzo de 2009

Por los gay de Latinoamérica


Mientras que el tema de los derechos de los gay se discute en cada rincón de Estados Unidos, desde Carolina del Norte hasta Hawaii, pasando por California y Nueva York, hay otras zonas del mundo donde la comunidad LGTB también está librando una batalla por lograr la igualdad.
América Latina es una de las regiones donde la discriminación hacia los gay es algo cotidiano. Precisamente para hablar de esta problemática, la semana pasada se realizó en la ciudad de Los Angeles una conferencia denominada “Arco Mundial de Justicia”, en la cual se tocaron diversos temas que afectan a los miembros de la comunidad LGTB desde México hasta Argentina.
Sin duda que al igual que en Estados Unidos, en Latinoamérica uno de los puntos más controversiales es el del matrimonio gay. Sin embargo, en algunos países de la región se han alcanzado avances importantes que incluso superan algunos de los logros que se han obtenido en diversos estados de la Unión Americana. Por ejemplo, en Colombia y Uruguay ya se reconoce legalmente a las parejas del mismo sexo, que aunque no es considerado matrimonio, sí se les otorgan derechos como a las parejas heterosexuales en todo el territorio nacional. En el mismo sentido, en algunas regiones de Argentina, por ejemplo, ya se reconocen las uniones civiles.
Pero a pesar de estos avances y otros destacados como la reciente inclusión en las nuevas constituciones de Bolivia y Ecuador de cláusulas explícitas contra la discriminación por la orientación sexual, en América Latina todavía debe haber un gran progreso en relación al tema de la violencia y a la forma en cómo la Iglesia sigue “condenando” a los gay, algo que de alguna manera ayuda a aumentar la discriminación y la injusticia.
Es excelente que se celebren este tipo de conferencias que tratan la problemática de los gay latinos. Pero sería más provechoso, que sea en los mimos países Latinoamericanos en donde se realicen estas discusiones, para ayudar así a impulsar que nuestras sociedades sean cada vez más abiertas y acepten que las personas gay tienen que disfrutar los mismos derechos que cualquier ser humano.

sábado, 7 de marzo de 2009

Los gay no son ciudadanos de "segunda clase"


Sin duda que el tema del matrimonio entre personas del mismo sexo es uno de los más polémicos en la lucha que la comunidad gay libra por conseguir igualdad de derechos. Más que la cuestión de las adopciones o el poder servir en el Ejército, el tema de las uniones gay enciende las pasiones de una manera extrema en los grupos que lo apoyan o rechazan.
Esta controversia está en pleno apogeo en Estados Unidos, principalmente porque en el estado que se considera el más “liberal” del país, California, se está llevando a cabo una batalla legal en la Corte Suprema de Justicia estatal para definir el futuro de la llamada Proposición 8 (una normativa aprobada el pasado 4 de noviembre en las elecciones generales, y que prohíbe el matrimonio gay en este estado).
El pasado jueves 5 de marzo tanto defensores como detractores expusieron sus argumentos ante ese Máximo Tribunal, el cual tendrá 90 días para decidir el futuro de la Propensión 8. En sus manos está determinar si esa mayoría que votó por la norma en las pasadas elecciones –fue aprobada con el 52% de los sufragios- tiene la potestad de quitarle o darles un derechos a una minoría.
Uno de los principales aspectos que hacen del tema del matrimonio gay uno extremadamente controversial, es que además de dilucidar “qué tipo de ciudadanos” son las personas gay, si iguales a todos los demás o son de "segunda categoría", también envuelve el asunto religioso que hace que el debate sea bien polarizado.
Por un lado están los grupos gay radicales, que no aceptan bajo ninguna circunstancia que las uniones del mismo sexo se llamen de otra forma que no sea “matrimonio”, y por otro lado están los grupos religiosos que defienden la postura de que el matrimonio es una “institución sagrada” que define a la familia, la cual, ante “los ojo de Dios”, esta creada sólo por un hombre y una mujer.
Ambas partes deben entender que lo importante en este asunto no es si a las uniones gay se les llama matrimonio o no. Aquí, lo fundamental es reconocer que las personas gay deben tener los mismos derechos que cualquier ciudadano a casarse con su pareja. Estas uniones deben ser reconocidas bajo las leyes estatales y federales y permitirles gozar de los más de 1.000 beneficios y derechos que otorga la Constitución a las parejas heterosexuales.
En California existen ahora unas 18.000 parejas gay que están en el limbo en medio de esta polémica. La Proposición 8 enmendó la Constitución estatal para contrarrestar una decisión de mayo del 2008 de la Corte Suprema, que legalizó el matrimonio gay al ratificar que negar el derecho al casamiento a las parajes del mismo sexo era una violación inconstitucional a los derechos civiles. El jueves este mismo tribunal escuchó argumentos en tres puntos: si la Proposición 8 no es inconstitucional, entonces cual será su efecto en las parejas que se casaron antes de su aprobación; si la Propuesta 8 es inválida ya que es sólo una revisión de la Constitución estatal y no una en enmienda a la misma; y si además viola la doctrina de la separación de poderes amparados en la Constitución estatal.
Esperamos que la Corte Suprema de Justicia de California vuelva a tomar esta vez una decisión sensata, que no debe ser otra que el terminar con la discriminación y demostrar que no deben existir ciudadanos de “segunda clase”, con menos derechos que otros.
Pónganle el nombre que quieran: matrimonio, uniones civiles o casamientos. Lo importante es darle a los gay derechos fundamentales, y que sus relaciones de pareja tengan los mismos beneficios de las uniones heterosexuales, como la visitas en hospitales, la herencia e incluso leyes migratorias. Todos los ojos de la nación están sobre este estado. Esperemos que California de el ejemplo.