martes, 14 de abril de 2009

Que se haga justicia para Angie


El martes 14 de abril comenzó a hacerse justicia en California en el caso de la transgénero hispana Angie Zapata, asesinada en julio del 2008. Es la primera vez que bajo leyes estatales el asesinato de una persona transgénero es catalogado como un crimen de odio.
Angie fue asesinada por ser valiente y contar sin tapujos su realidad. El acusado por este caso, Allen Ray Andrade, confesó que al enterarse de que ella era biológicamente un hombre la golpeó varias veces con un extintor de incendio hasta causarle la muerte. La pareja se había conocido por teléfono y habían acordado encontrarse para una cita en julio del 2008.
Cifras de la Coalición Nacional de Programas en Contra de la Violencia, publicadas en la página web de GLAAD en español, demuestran que el número de actos violentos contra personas gay y transgénero aumentó 24% entre el 2006 y el 2007, sin contar aquellos hechos que no son reportados por el temor de las víctimas. Las mismas cifras también demuestran una duplicación en el número de asesinatos en el mismo período.
Crímenes como el Angie deben de detenerse con leyes más fuertes. Tras el asesinato de Matthew Shepard en octubre de 1998, un joven que fue maniatado y golpeado en Wyoming por la sola razón de ser gay, se introdujo una propuesta para incluir en la ley federal de 1969 contra los crimines de odio a la orientación sexual como una de las causas que se castiguen. Tras haber sido aprobada en la Cámara de Representante, siendo la primera ley en el Congreso que aborda la problemática de los derechos gay, la legislación introducida con el nombre de Shepard se estancó en el Senado en el 2007.
El juicio en el caso de Angie, que durará aproximadamente dos semanas, debe marcar precedentes en la lucha por los derechos humanos. El Congreso en Washington está en la obligación de impulsar la legislación federal contra los crímenes de odio, que incluso el mismo presidente Obama ha indicado que firmaría sin demora. Esto no sólo mandará un mensaje de que atacar a otro ser humano por su condición o preferencia sexual es erróneo, sino que ayudará a las autoridades a investigar y enjuiciar mejor los crímenes de odio. Tras diez años de la muerte de Matthew, ya es hora que la propuesta de ley en su nombre avance y se evite que muchas más personas de la comunidad LGBT, cono Angie, sigan perdiendo la vida por la intolerancia de otros.