Esta mañana nos hemos levantando, observando cómo una de las noticias
que más están destacando los medios no tiene nada que ver con política,
economía o terrorismo. En las primeras planas de muchos periódicos y abriendo
muchos programas informativos está destacada la decisión del jugador de la NBA,
Jason Collins, de salir del closet y anunciar públicamente en la revista Sports
Illustrated que es gay.
Y la razón por la cual se le ha dado tanta importancia a esta noticia,
es porque Collins se convierte así en el primer atleta activo que tiene el
valor de hablar sobre su orientación sexual. Esto es trascendente, porque el
mundo del deporte profesional en Estados Unidos está plagado de homofobia, y
por años se ha dejado ver que no existe cabida para las personas gay.
La decisión de Collins le robó incluso el protagonismo a las estrellas
de la NBA, que en estos días están jugando los partidos del playoffs, ya que
los medios lo que han hecho es hablar de cómo esto es importante debido a que
ningún atleta se había atrevido a salir del closet mientras seguía activo en su
equipo.
En la NBA ya varios exjugadores han anunciado que son gay, pero lo
hicieron una vez se había retirado de la competencia. Este es el caso del atleta
inglés John Amaechi, quien incluso sacó un libro en el que cuenta cómo soportó
estar en el closet mientras era un jugador activo. Por su parte el expresidente
de los Suns, Rick Welts, también reveló públicamente que era gay, aunque lo
hizo luego de dejar la directiva del equipo.
La decisión de salir del closet es muy personal, y cada uno tiene sus
propias razones de cuándo y cómo hacerlo. Lo importante es que cada vez más
personas famosas, en todos los ámbitos de la sociedad, tomen esa decisión,
porque así pueden convertirse en modelos para muchos jóvenes que están
sufriendo en la oscuridad por no sentir valor para hablar abiertamente con sus
familiares y amigos.
Además, mientras más personas reconocidas salgan del closet, y sobre
todo si siguen activos, como el caso de Collins, se logrará en un futuro
derrumbar ese estigma social que existe, principalmente en el mundo deportivo de
este país, de que las personas gays no son aptas para competir a nivel
profesional, y que su presencia puede dañar la reputación del equipo.
Esperamos que la puerta que ha abierto Collins le de valor a otros, ya
que saliendo del closet es la única manera que conseguiremos que este país y el
mundo vean a las personas gay como seres humanos normales y capaces de destacarse
en cualquier ámbito, incluso en los deportes.