miércoles, 27 de mayo de 2009

California usa la ley para proteger a unos y discriminar a otros


Aunque no fue sorpresa, la decisión de este martes 26 de mayo de la Corte Suprema de California de confirmar la prohibición de los matrimonios entre personas del mismo sexo ha dejado un amargo sabor a decepción y frustración en la comunidad LGBT de Estados Unidos.
A pesar de que la decisión por un lado estableció que las 18.000 bodas que se formalizaron durante el tiempo en fueron legales estas uniones podrán mantener su estatus legal, deja claro que los derechos civiles no son iguales para todos los ciudadanos del mayor estado del país.
Sin duda que la batalla de la comunidad gay de California no terminara allí. Aunque por ahora el máximo tribunal dio el visto bueno a la Proposición 8, la polémica iniciativa que fue llevada a referendo en las pasada elecciones de noviembre y que define el matrimonio sólo entre un hombre y una mujer, todavía quedan algunas recursos que se pueden usar para seguir impulsando la igualdad en este estado. Ya los activistas de la comunidad LGBT han anunciado que estudiarán someter nuevamente a votación popular en un plebiscito, el derecho de los gay a casarse en California.
Aunque es una gran noticia que se resolviera esa situación que mantenía en el limbo a esas 18.000 parejas que lograron casarse cuando las bodas fueron autorizadas en mayo del 2008, a la vez las pone como un ejemplo de como las leyes pueden ser justas para unos e injustas para otros. Es como si la corte decidiera que algunos negros si pueden votar pero otros no.
Cómo es posible que la misma Corte Suprema estatal haya considerado en el 2008 que negarle el derecho a los gay a casare era discriminatorio de acuerdo a la ley, y ahora, un año después, considere todo lo contrario. Esto es un claro ejemplo de como las leyes pueden ser usadas en detrimento de los mismos ciudadanos a los que debería proteger. Es una vergüenza!