miércoles, 27 de marzo de 2013

DOMA es una ley discriminatoria




Hoy es un día histórico para la comunidad gay. Un día después de que la Corte Suprema de Justicia de EE.UU. examinara si la Propuesta 8 que prohibió en California los matrimonios gay es inconstitucional, hoy los mismos magistrados seguirán analizando el tema de estas uniones, pero esta vez oirán argumentos a favor y en contra de la Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA).

Y aunque el veredicto no se dará a conocer hasta junio, el sólo hecho de que el Máximo Tribunal del país escuche argumentos sobre la validez de esta ley es de gran importancia, ya que puede abrir el camino para que en un futuro no muy lejano las parejas del mismo sexo disfruten de los mismos derechos que el resto de los ciudadanos de este país.

DOMA define el matrimonio como la "unión entre un hombre y una mujer", y no permite que las parejas gay disfruten del reconocimiento legal a nivel federal, y por ende no se favorezcan de los más de 1,300 beneficios que les otorga la ley del matrimonio a las parejas heterosexuales.

Y aunque DOMA no prohíbe expresamente que los estados permitan el matrimonio gay, el no reconocer a nivel federal las uniones que se consoliden en estados donde los gay sí se pueden casar, representa un acto de discriminación con este grupo de la sociedad en relación al resto de la población.

Y es precisamente esa discriminación de DOMA lo que llevó a la lesbiana neoyorquina Edith Windsor a iniciar una lucha legal para conseguir el reconocimiento de su matrimonio con Threa Spyer. Y esa lucha llega hoy hasta la máxima instancia judicial de este país.

Windsor, de 83 años, se casó en el 2007 con su pareja con quien llevaba 44 años. La ceremonia se celebró en Canadá, debido a que todavía en Nueva York no se permitían los matrimonios gay. Luego de cuidar a  Spyer has que falleciera, Windsor se convirtió en su hereda inmediata, y por eso tuvo que pagar más de $350,000 en impuestos federales, algo que no hubiese ocurrido si el Gobierno federal reconociera su matrimonio.

Y aunque la Corte Suprema podría fallar que es muy pronto para tomar una decisión sobre el matrimonio gay a nivel nacional, y dejar que sean los estados los que sigan tomando decisiones sobre estas uniones, el movimiento por conseguir el reconocimiento federales debe continuar. Esta es una lucha que busca lograr la igual bajo las leyes como el resto de los ciudadanos de este país. No se trata de imponer nuestro estilo de vida al resto de la población, o despreciar las creencias religiosas de los demás.

Ya nueve estados en el país han aprobado leyes que reconocen los matrimonios gay: Nueva York, Iowa, Washington, Nuevo Hampshire, Connecticut, Maine, Massachusetts, Maryland y Vermont, además del Distrito de Columbia en la capital.