La
comunidad gay ha ganado a una fuerte y poderosa aliada, la exsecretaria de
Estado Hillary Clinton, quien este lunes expresó públicamente su apoyo a los
matrimonios gay. Su anuncio se hizo a través de un video publicado en internet,
que logró acaparar la atención de los más importantes medios, algo que es
fundamental si buscamos conseguir que el país cambie su percepción sobre este
tema.
Esta no
es la primera vez que Clinton habla de la necesidad de terminar la discriminación
que sufre esta comunidad. Hace un año pronunció un histórico discurso en
Ginebra, con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos, en el cual
le dijo al mundo, incluyendo a naciones donde todavía se castiga con cárcel a
las personas por su orientación sexual, sobre la necesidad de ser más tolerante
hacia los gays y permitirles disfrutar de los mismos derechos civiles que el
resto de los habitantes del planeta. Clinton dijo que: “los derechos de los gays
son derechos humanos, y que los derechos humanos son los derechos de los gays”.
El video publicado este lunes por el grupo
Human Rights Campaign llega en un momento de gran importancia para el
movimiento gay. Y es que ocurre cuando el país está a las puertas de ver como
el polémico tema de los matrimonios gay llega hasta la Corte Suprema de
Justicia, que analizará la constitucionalidad de estas uniones en sus sesiones
que comienzan en tan solo diez días.
La postura de Clinto se produce días después
de que su esposo, el expresidente Bill Clinton, expresara su deseo de que la
Ley DOMA sea derogada, algo curioso ya que fue él, cuando era presidente, quien
firmó esa legislación que define el matrimonio solamente como la unión entre un
hombre y una mujer.
Con su apoyo, Hillary Clinton se une a las
voces que en todo el país están pidiendo que los gays cuenten con los mismos
derechos que el resto de los ciudadanos. Es un movimiento que sin duda está
ganando adeptos, y que con el respaldo de prestigiosas personalidad como la exsecretaria
de Estado, se aumenta la esperanza de que el objetivo de conseguir la igualdad no
está lejos de ser alcanzado, aunque todavía hay mucho trabajo por hacer.