En
momentos en que el tema de la igualdad para las parejas gay está en la palestra
pública, y se está viendo un mayor apoyo de la población estadounidense hacia
los matrimonios gay, son muchos los políticos que se están dando cuenta de que
si no evolucionan al ritmo de la población, su futuro político puede estar
comprometido.
Y
son sin duda los republicanos los que se están viendo más afectados con esta
realidad. En un hecho sin precedente, en los pasados días al menos cinco
senadores conservadores han dado su apoyo público a los matrimonios gay, y uno,
Lisa Murkowski de Alaska, dijo que su posición sobre el tema está “evolucionando”.
Pero
el cambio de mentalidad de algunos republicanos sobre los derechos de las
parejas gay no se detiene allí. El senador por Arizona Jeff Flake admitió el
domingo en un programa de televisión, que es “inevitable” que el partido tenga en
el futuro un candidato presidencial que también respalde los matrimonios gay.
Flake
incluso insistió en que el candidato que apoye los matrimonios gay va encontrar
sin duda respaldo interno en el partido. El senador, que en lo personal sigue
defendiendo el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, dejó ver
con sus comentarios que si el futuro candidato presidencial republicano va
contra la corriente, podría perder la presidencia.
Y
es que los republicanos saben que con el tema gay puede ocurrir lo mismo que
sucedió con inmigración, lo que de alguna manera influyó en que perdieran las
pasadas elecciones y bajará la aprobación del partido entre los hispanos, un
segmento clave para conseguir el poder. Durante la pasada campaña electoral,
los republicanos presentaron una postura muy radical sobre el tema migratorio,
que alejó a mucho votantes latinos que habían, en algún momento, considerado
votar por Mitt Romney.
Ahora,
con el polémico asunto de los matrimonios gay, los republicanos saben que
podría ocurrir lo mismo. Si de aquí al 2016, cuando se escoja al próximo
presidente de EE.UU., crece el apoyo popular a estas uniones y los republicanos
se muestran contrario, podemos estar casi seguros de que los demócratas
seguirán en la Casa Blanca.