Hoy
comienza una semana clave en la lucha que las parejas gay mantienen por
alcanzar la igualdad y el reconocimiento bajo las mismas leyes que protegen al
resto de los ciudadanos de este país.
La Corte
Suprema de Justicia de EEUU comienza este martes sus sesiones, en las que se
discutirán dos casos relacionados con los matrimonios gay, lo que tendrá una
trascendencia histórica, ya podría definir
el futuro de estas uniones el país. Sin embargo, aunque las audiencias
serán sólo por esta semana, el Máximo Tribunal no dará a conocer su fallo sino
hasta el verano.
Uno de
los casos que analizarán los nueves magistrados a partir de mañana es el
conocido como "Hollingsworth v. Perry", que objeta la constitucionalidad
de la Propuesta 8 de California, que fue aprobada por el electorado en un
plebiscito en el 2008, y que prohíbe los matrimonios gay en ese estado. La
decisión en este caso podría afectar sólo a California, pero también podría
tener consecuencia en los estados donde se han realizaron elecciones similares
para prohibir estas uniones, e incluso podría tener implicaciones a nivel
nacional si los magistrados deciden que la Propuesta 8 atenta contra los
derechos civiles.
El otro
caso que evaluará la Corte Suprema el miércoles, y que quizás es el más
polémico, es sobre la constitucionalidad del Acta de Defensa del Matrimonio
(DOMA), una ley federal firmada por el presidente Bill Clinton en 1996 y que
define el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.
En los
argumentos de este caso, conocido como "United States v. Windsor",
los magistrados analizarán si DOMA deniega a las parejas gay los beneficios
federales de los que gozan las parejas heterosexuales. Son exactamente 1,138
beneficios, muchos de los cuales no son válidos para las parejas gay que se han
casado en estados donde se permiten sus uniones. Aquí el Máximo Tribunal tendrá
que preguntarse si DOMA va contra los principios de la Constitución, que
establece que todos los ciudadanos de este país son iguales… ¿o es que las
personas gay son ciudadanos de segunda clase?
Si DOMA
es revocada, sería una de las decisiones más históricas en materia de derechos
civiles en este país, desde que la Corte Suprema decidió en 1967 que era
inconstitucional la ley que prohibía los matrimonios entre personas de razas
distintas.
Pero
mientras se espera una decisión en estos casos, es fundamental que la comunidad
gay siga trabajando con perseverancia para llevar el mensaje al resto de los
habitantes de este país, de que esta lucha es simplemente por conseguir la
igualdad bajo la ley, y gozar de las mismas garantías fundamentales que
protegen a las parejas heterosexuales que contraen matrimonio.
Y
aunque hay mucho trabajo por hacer, ya se está sintiendo un cambio. En los días
previos a las sesiones de la Corte Suprema, el diario Washington Post realizó
una encuesta que demostró que el 58% de los entrevistados apoya los matrimonios
gay. Estos es una buena señal, si se toma en cuenta que el sondeo previo realizado
en noviembre del año pasado, reveló que sólo el 53% de los estadounidenses
estaba a favor de estas uniones.
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