Nueva
York – El debate sobre los matrimonios gay está en su momento más álgido en
Estados Unidos, donde la Corte Suprema de Justicia está a punto de tomar una
decisión de trascendencia histórica en este particular. Pero el asunto sobre si
se debe o no reconocer estas uniones se ha convertido en un tema mundial, ya
que muchos países en la actualidad también están discutiendo propuestas legales
que han encendido los ánimos de la sociedad, al tratarse de un tema que genera
fuertes pasiones entre los que se oponen y los que lo apoyan.
Y
Latinoamérica no escapa a esta realidad. Aunque la oposición a los matrimonios
gay tiene sus fundamentos principalmente en la religión, y es la Iglesia
Católica la principal defensora de la idea de que el matrimonio debe ser sólo
entre un hombre y una mujer, dos de los países con las mayores poblaciones católicas
del mundo, Brasil y México, están entre los primeros que han aprobado medidas
en América Latina para darle el “sí” las uniones gay.
En
Latinoamérica tres países ya han aprobado leyes que reconocen el matrimonio gay:
Argentina, Brasil y Uruguay, mientras que en México solamente es legal en el
Distrito Federal y en el estado de Quintana Roo.
Argentina
fue el primer país latinoamericano en aprobar los matrimonios gay en el 2010.
Sin embargo, desde antes ya eran legales en la capital del país (al igual que
ocurre ahora con la Ciudad de México).
El segundo país de la región en reconocer estas uniones fue Uruguay, que
aprobó una ley el pasado abril, aunque desde el 2008 reconocía las Uniones
Civiles.
Y
fue Brasil, a pesar de contar con la mayor población católica de todo el
planeta, el que se convirtió en el tercer país de América Latina en aprobar los
matrimonios gay el pasado 15 de mayo. En esa fecha, el Consejo Nacional de
Justicia aprobó una resolución que legaliza estas uniones. La decisión, que
todavía puede ser apelada ante el Tribunal Supremo, estipula que todos los
registros civiles del país estarán “obligados” a convertir las “unión estable
entre dos personas del mismo sexo”, que ya eran legales desde el 2011, en un matrimonio
con todas las de la ley, si así lo solicita la pareja.
En
el caso de México, el otro país con una gran población católica, los
matrimonios gay son legales en dos de las 32 entidades federativas que integran
la República: el Distrito Federa y el estado de Quintana Roo. En el 2010, en un
caso legal sobre la
modificación del Código Civil del Distrito Federal, la
Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió que era inconstitucional no
permitir estas uniones y también determinó que el resto de las entidades federativas mexicanas
estaban obligadas a reconocer la legalidad de los matrimonios que se realicen en el DF. Por su
parte en Quintana Roo, desde el 2011 también se comenzaron a realizar los
matrimonios gay.
En cuanto al resto de América Latina, hay países como Colombia donde se han dado
algunos avances para reconocer las uniones de las parejas gay, aunque todavía
no se otorgan todos los derechos que ofrece el matrimonio como tal.
Precisamente en Colombia se aprobó el pasado
20 de junio una especie de “contrato” para reconocer estas uniones, lo que ha
sido criticado por los defensores de los derechos de la comunidad gay. Estos
contratos fueron creados por notarios, luego que la Corte Constitucional
decidió no fallar sobre una demanda para aprobar los matrimonios gay en este
país, y dejó esa decisión al Congreso. Sin embargo, los legisladores rechazaron
el pasado abril un proyecto de ley para reformar el Código Civil e incluir el
término de “unión de parejas del mismo sexo”.
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